El estado de Alabama ejecutó el jueves al preso Kenneth Eugene Smith, asfixiándolo con gas nitrógeno, un método nunca antes probado en Estados Unidos en medio del debate sobre la pena capital.

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Kenneth Eugene Smith fue condenado a muerte por cometer un asesinato por encargo en 1988, su ejecución se llevó a cabo despues que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazará el último recurso que la defensa del preso había presentado el mismo jueves.

En noviembre de 2022, las autoridades de Alabama ya habían procurado ejecutar a Smith mediante inyección letal, pero el intento fracasó debido a que los funcionarios de la prisión no lograron encontrar dos vías intravenosas en el cuerpo del recluso. 

A pesar del polémico método, el estado sostuvo que el mismo sería humano, pero los críticos lo calificaron de «cruel y experimental».

En un comunicado el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, señaló que la asfixia con nitrógeno «podría equivaler a tortura u otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes según el derecho internacional de los derechos humanos».

Aunque Oklahoma y Misisipi también cuentan con autorización para esa forma de ejecución, ninguno de los dos estados ha intentado utilizarla hasta ahora.

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